Fiesta de las semanas (Pentecostés). La fiesta de las semanas, también llamada la fiesta de la cosecha o pentecostés, celebraba la cosecha de los granos y la renovación del pacto. Es llamada así por las siete semanas que la separan de la celebración de la Pascua. Celebraba la entrada a la tierra prometida y la abundancia de esa tierra (Lev 23:10).

La fiesta de las semanas se distinguía por la ofrenda de los primeros frutos de la cosecha de los granos. En contraste con la fiesta de la Pascua, esta ofrenda de grano incluía explícitamente la levadura (Lev 23:17). Eran también requeridos holocaustos de dos becerros, un carnero, y siete corderos (Núm 28:27). Deuteronomio indica que la fiesta de las semanas debía ser celebrada en el templo una vez que hubiera sido establecido (Deut 16:11). Esto hizo que la fiesta de las semanas se convirtiera en una fiesta de peregrinaje. La fecha de la fiesta era “desde el día que sigue al día de reposo” (Lev 23:15). Generalmente iniciaba el día sexto de Siván.

El libro de los jubileos indica que la fiesta de las semanas incluía una ceremonia de renovación del pacto. Por tanto, la festividad pudo haber sido llamada (en otro tiempo) la fiesta de los juramentos (שְׁבֻעוֹת, shevu’oth) en lugar de la fiesta de las semanas (שָׁבֻעוֹת, shavu’oth). La ceremonia refleja la renovación del pacto antes de la entrada a la tierra (Deuteronomio) y después de la conquista de la tierra (Jos 24). Además de la renovación del pacto, la fiesta de las semanas incluía la lectura del libro de Rut. Esto refleja la cosecha que proporcionó para Rut y Noemí, y la aceptación de Rut en la comunidad de Dios.