Líbranos con tu diestra, respóndenos
para que tu pueblo amado quede a salvo.
Dios ha dicho en su santuario:
«Triunfante repartiré a Siquén,
y dividiré el valle de Sucot.
Mío es Galaad, mío es Manasés;
Efraín es mi yelmo y Judá mi cetro.
En Moab me lavo las manos,
sobre Edom arrojo mi sandalia;
sobre Filistea lanzo gritos de triunfo.»
¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me mostrará el camino a Edom?
¿No eres tú, oh Dios, quien nos ha rechazado?
¡Ya
Psalm 60:5–12