En eso llegaron la madre y los hermanos de Jesús. Se quedaron afuera y enviaron a alguien a llamarlo, pues había mucha gente sentada alrededor de él.
—Mira, tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan—le dijeron.
—¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?—replicó Jesús.
Luego echó una mirada a los que estaban sentados alrededor de él y añadió:
—Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. Cualquiera que hace la voluntad
Mark 3:31–35