Ahora bien, durante la fiesta él acostumbraba soltarles un preso, el que la gente pidiera. Y resulta que un hombre llamado Barrabás estaba encarcelado con los rebeldes condenados por haber cometido homicidio en una insurrección. Subió la multitud y le pidió a Pilato que le concediera lo que acostumbraba.
—¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?—replicó Pilato, porque se daba cuenta de que los jefes de los sacerdotes habían entregado a Jesús por envidia.
Pero los jefes de los
Mark 15:6–15