»Después de esto,
derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano.
Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán,
tendrán sueños los ancianos
y visiones los jóvenes.
En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre los siervos y las siervas.
En el cielo y en la tierra mostraré prodigios:
sangre, fuego y columnas de humo.
El sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre
antes que llegue el día del SEÑOR,
día grande y terrible.
Y todo el
Joel 2:28–32