Cuando anochecía, sus discípulos descendieron al mar, y entrando en una barca iban cruzando el mar hacia Capernaúm. Ya había oscurecido, y Jesús todavía no había venido a ellos. Y se agitaba el mar porque soplaba un gran viento. Entonces, cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús caminando sobre el mar y acercándose a la barca, y tuvieron miedo. Pero él les dijo:
—¡Yo soy; no temáis!
Entonces ellos quisieron recibirle
John 6:16–21