Loading…
La Biblia de las Américas
Restore columns
Exit Fullscreen

Los que volvieron con Esdras

Y estos son los jefes de sus casas paternas, con su genealogía, que subieron conmigo de Babilonia en el reinado del rey Artajerjes:

2 de los hijos de Finees, Gersón; de los hijos de Itamar, Daniel; de los hijos de David, Hatúsa;

3 de los hijos de Secanías, que era de los hijos de Parosa, Zacarías, y con él ciento cincuenta varones que estaban en la lista genealógica;

4 de los hijos de Pahat-moab, Elioenai, hijo de Zeraías, y con él doscientos varones;

5 de los hijos de Zatu1, Secanías, hijo de Jahaziel, y con él trescientos varones;

6 de los hijos de Adína, Ebed, hijo de Jonatán, y con él cincuenta varones;

7 de los hijos de Elam, Jesaías, hijo de Atalías, y con él setenta varones;

8 de los hijos de Sefatías, Zebadías, hijo de Micael, y con él ochenta varones;

9 de los hijos de Joab, Obadías, hijo de Jehiel, y con él doscientos dieciocho varones;

10 de los hijos de Bani1, Selomit, hijo de Josifías, y con él ciento sesenta varones;

11 de los hijos de Bebai, Zacarías, hijo de Bebai, y con él veintiocho varones;

12 de los hijos de Azgad, Johanán, hijo de Hacatán, y con él ciento diez varones;

13 de los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos nombres son estos: Elifelet, Jeiel y Semaías, y con ellos sesenta varones;

14 y de los hijos de Bigvai, Utai y Zabud1, y con ellos2 setenta varones.

15 Y los reuní junto al río que corre a Ahavaa, donde acampamos tres días; y habiendo buscado entre el pueblo y los sacerdotes, no hallé ninguno de los hijos de Levíb allí.

16 Por eso envié a llamar a Eliezer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulam, jefes, y a Joiarib y a Elnatán, hombres sabios1;

17 y los envié a Iddo, jefe en la localidad de Casifia; puse en boca de ellos las palabras que debían decir a Iddo y a sus hermanos1, los sirvientes del temploa en la localidad de Casifia, para que nos trajeran ministros para la casa de nuestro Dios.

18 Y conforme a la mano bondadosa de nuestro Dios sobre nosotrosa, nos trajeron a un hombre de entendimientob de los hijos de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel, es decir, a Serebías, con sus hijos y hermanos, dieciocho hombres;

19 y a Hasabías y1 a Jesaías de los hijos de Merari, con sus hermanos y sus hijos, veinte hombres;

20 y de los sirvientes del temploa, a quienes David y los príncipes habían puesto para el servicio de los levitas, doscientos veinte sirvientes del templo, todos ellos designados por sus nombres.

21 Entonces proclamé allí, junto al río Ahavaa, un ayunob para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de Él un viaje feliz1 para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesionesc.

22 Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a caballo para protegernos1 del enemigo en el camino, pues habíamos dicho al rey2: La mano de nuestro Dios es propicia para con3 todos los que le buscana, mas su poder y su ira contra todos los que le abandonanb.

23 Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto, y Él escuchó nuestra súplica1a.

24 Entonces aparté a doce de los sacerdotes principales, a Serebías, a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanosa;

25 y les peséa la plata, el oro y los utensilios, la ofrenda para la casa de nuestro Dios que habían ofrecidob el rey, sus consejerosc, sus príncipes y todo Israel que allí estaba.

26 Pesé, pues, y entregué en sus manos seiscientos cincuenta talentos1 de plata, y utensilios de plata que valían cien talentos, y cien talentos de oroa;

27 también veinte tazas de oro que valían mil dáricos1, y dos utensilios de fino y reluciente bronce, valiosos como el oro.

28 Y les dije: Vosotros estáis consagrados al Señora, y los utensilios son sagradosb; y la plata y el oro son ofrenda voluntaria al Señor, Dios de vuestros padres.

29 Velad y guardadlos hasta que los peséis delante de los principales sacerdotes, los levitas y los jefes de casas paternas de Israel en Jerusalén, en las cámaras de la casa del Señora.

30 Los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, el oro y los utensiliosa ya pesados, para traerlos a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.

31 Partimos del río Ahavaa el día doce del mes primerob para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano1 del enemigo y de las emboscadas en el caminoc.

32 Y llegamos a Jerusalén y nos quedamos allí tres díasa.

33 Y al cuarto día la plata y el oro y los utensilios fueron pesados en la casa de nuestro Diosa y entregados en mano de Meremot, hijo del sacerdote Uríasb, y con él estaba Eleazar, hijo de Finees; y con ellos estaban los levitas Jozabad, hijo de Jesúa, y Noadías, hijo de Binúi.

34 Todo fue contado y pesado, y todo el peso fue anotado en aquel tiempo.

35 Los desterrados1 que habían venido de la cautividada ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríosb como ofrenda por el pecado; todo como holocausto al Señor.

36 Entonces entregaron los edictos del reya a los sátrapas del rey, y a los gobernadores del otro lado del río1b; y estos apoyaron al pueblo y a la casa de Dios.

LBLA

About La Biblia de las Américas

Reconociendo la crítica necesidad de una traducción exacta de la Biblia, y en un español contemporáneo, Lockman Bible Ministries, a través del departamento de traducciones, ha producido La Biblia de las Américas®, la cual es una traducción de los idiomas originales de las Escrituras y presenta la Palabra de Dios en forma clara y comprensible; por tanto, fácil de leerse y de ser entendida por todos, además de ser muy conveniente para estudios bíblicos serios.

LITERAL: Porque es traducida directamente del hebreo, arameo y griego al español, tomando en cuenta cada palabra en estos idiomas originales. La Biblia de las Américas® traduce (no interpreta) el sentido de las palabras de los idiomas originales. Por eso, Ud. puede leerla con la seguridad y convicción de que está leyendo la PALABRA DE DIOS.

CONFIABLE: Porque se tradujo literal y objetivamente. Ud. puede confiar que en el español se representan con exactitud y claridad las palabras de los idiomas originales. LBLA® es la primera Biblia en español que fue producida por un equipo internacional e interdenominacional de eruditos evangélicos de varios países de América Latina y también de España y los Estados Unidos. Se terminó en 1986 después de quince años de ardua labor. The Lockman Foundation, que produjo LBLA® , es conocida en el campo bíblico como un líder en la producción y publicación de Biblias fieles a los idiomas originales.

FÁCIL DE LEER: Porque se han observado las reglas de la gramática española moderna en un estilo ágil y ameno en un texto de alta calidad literaria y sumamente comprensible. Esta versión se ha producido con la firme convicción de que las Sagradas Escrituras, según fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego, fueron inspiradas por Dios, y son de provecho para la formación integral del cristiano. Puesto que las Escrituras son la eterna palabra de Dios, hablan siempre con renovado poder a cada generación para dar sabiduría que lleva a la salvación en Cristo, equipando al creyente para disfrutar de una vida abundante y feliz en la tierra, y constituyéndolo en testimonio viviente de la verdad para la gloria eterna de Dios.

Copyright

The "La Biblia de las Américas" and "LBLA" trademarks are registered in the United States Patent and Trademark Office by The Lockman Foundation. Use of these trademarks requires the permission of The Lockman Foundation.

Support Info

lbla95

Table of Contents