El problema del mal comúnmente reza así: Si Dios es bondadoso, omnisciente y todopoderoso ¿por qué existe la maldad en el mundo? Su omnisciencia presupone su conocimiento de cómo erradicar la maldad del mundo. Su poder presupone que tiene la habilidad de erradicar la maldad del mundo. Su bondad presupone que desea erradicar la maldad. Entonces, si hay un Dios bueno, omnisciente y todopoderoso ¿por qué hay maldad en el mundo? Una vertiente del problema del mal involucra el destino de los no evangelizados.