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Yo no pedí ser oro is unavailable, but you can change that!

“Yo no pedí ser oro. Ni siquiera ambicionaba ser plata. Me hubiera conformado con ser un metal sencillo y barato…” Con estas palabras se inicia la paradoja que el libro enseña. Una paradoja en la que el dolor humano y la fe gozosa se entrecruzan en una aparente confrontación que se resuelve felizmente.

Sólo espero que Dios siga perfeccionando mi forma y que aquel que amo jamás olvide que aunque soy fuerte, soy también de cristal.