algunos la amaron, otros la estrujaron, otros se burlaron de ella y otros se rehusaron a creer que fuera realidad. Ahora recuerdas las veces en que las personas te señalaron como algo especial y hacían que te sonrojaras una y otra vez, una y otra vez. Ahora empiezas a comprender por qué lo recibiste, porque nada tenemos que no hayamos recibido, ni nada somos ni no es por gracia. Sí, ahora empiezas a comprender sus designios, ya estás formada y tienes que empezar a funcionar como bastón, no anhelar erguirte