leproso (Lc 5:16); antes de llamar a los doce apóstoles (Lc 6:12); antes de la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo (Lc 9:18); cuando su gloria resplandeció en el monte (Lc 9:29); y antes de darnos la oración del Padre Nuestro (Lc 11:1).15 La oración es tan importante para el espíritu como lo es la comida para el cuerpo. Jesús enseñaba a sus discípulos con su ejemplo. Ellos querían aprender más acerca de la oración porque lo veían a Él orar. “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando
Page 157