Aquello que nunca llega a suceder puede ser conocido de antemano por Dios, pero no está predestinado, ya que nunca ocurrió. Pero ¿qué hay de aquellas cosas que sí acontecen? Evidentemente pueden ser conocidas previamente, pero ¿fueron predestinadas? Dado que hemos visto anteriormente que esa presciencia en sí misma no requiere de la predestinación, todo cuanto esa presciencia garantiza en realidad es que algo es conocido de antemano. Dios sabe previamente acerca de un evento que sucede, y puede que