De la misma manera que Yahvé es un elohim, y ningún otro elohim es Yahvé, también Jesús es el Hijo único, y ningún otro de los hijos de Dios es como él. Ya nos hemos encontrado con mucho material que requiere de una reflexión cuidadosa, y eso que apenas hemos comenzado esta historia épica. Los hijos de Dios observaban mientras Dios ponía los fundamentos de la tierra (Job 38:7). Estamos a punto de ver, como lo estaban ellos hace tanto tiempo, qué se proponía hacer su Hacedor.