Juan, sin hacer caso a las circunstancias de María, procedió a decir, “María, ¡hay algo mal con nuestro matrimonio!” A lo cual María respondió gritando, “¡Tienes toda la razón, hay algo mal con nuestro matrimonio! Y si vuelves a tratarme así otra vez, ¡no va a haber matrimonio!” Aquí, Juan piensa, “¡Así me trata por intentar a mejor nuestro matrimonio!” Herido, frustrado, y bien fastidiado, se marcha a la sala, se sienta, y de malhumor se protege con el periódico. Mientras Juan está allí fastidiado,
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