usar este pasaje. Fácilmente podrían decir: “¡Oh, sí! El templo desapareció. Jerusalén fue destruida, los judíos se dispersaron por el mundo. Pero el sol sigue brillando, y la luna sigue ahí en la noche, y este desastroso retrato de todas esas perturbaciones astronómicas que iban a acompañar la venida del Hijo del Hombre no sucedieron. Por lo tanto, la predicción de Cristo no se realizó”. Las cosas empeoran cuando leemos lo que dice Jesús en los versos 33–34: “De la misma manera, cuando ustedes vean
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