El primer pecado del ser humano fue un pecado típico, esto es, un pecado en el que la esencia real del pecado se revela claramente en sí misma. La esencia de aquel pecado reside en el hecho de que Adán se situara a sí mismo en oposición a Dios, que rehusara someter su voluntad a la voluntad de Dios, que Dios determine el curso de su vida; y que intentó activamente tomar la cuestión fuera de la mano de Dios, y determinar el futuro por su cuenta. El ser humano, que no tenía en absoluto ningún derecho