Dios es evidente en casi todas las páginas de la Sagrada Escritura al revelarse a sí mismo en palabras y acciones. Esta revelación de Dios es la base de nuestra fe en la existencia de Dios, y hace de ella una fe totalmente razonable. Debería destacarse, no obstante, que es solo por la fe que aceptamos la revelación de Dios y obtenemos una percepción real dentro de sus contenidos. Jesús dijo: «El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia