Primero, hago las cosas que la cultura de la iglesia requiere. Una pediatra en nuestra congregación completó un viaje misionero de corto plazo al África. Ella era la única médica en servicio en el hospital africano donde trabajó. En una ocasión, admitió a una mujer que no podía dar a luz un bebé de forma natural y necesitaba que le practicaran una cesárea. Pese a que la pediatra no estaba calificada para conducir un parto, mucho menos una cesárea, realizó la operación, salvando la vida de la madre