C. El juicio de Dios (vv. 20–39). En su gracia Dios perdonó su pecado; pero en su gobierno tenía que permitir que el pecado produjera su amargo fruto (véase 2 S 12.13–15). Primero, le dio al pueblo lo que pidió, anunciando que morirían en el desierto (vv. 2, 28–30). Sólo se excluirían a Caleb y Josué de este juicio debido a su fe y fidelidad. El pueblo se inquietó por sus niños, sin embargo, ellos serían precisamente los que vivirían y entrarían en la tierra. Puesto que los hombres espiaron la tierra
Numbers 14:20–39