Buena parte de mi trabajo estos días incluye el asesoramiento y la consejería para líderes, tanto en Estados Unidos como en todo el mundo. Cada vez más, ya sea hablando con líderes de mi país o del extranjero, en Willow Creek o en otros círculos de mi vida, escucho las mismas palabras repetidas una y otra vez: exhausto, sobrecargado, sobreprogramado, ansioso, aislado, insatisfecho. Es una cuestión bipartita: jóvenes y viejos, ricos
Page 1