“Los seguidores devotos de Jesucristo son personas transformadas que, bajo el liderazgo del Espíritu Santo, buscan a Dios, se niegan a sí mismos, aman, sirven y enseñan a otros a seguir a Jesucristo”.24 Algunos conversos, aunque pueden estar involucrados en las actividades de la Iglesia, no cumplen con los mandamientos de Jesús y no están experimentando el crecimiento espiritual requerido para clasificarlos como verdaderos discípulos. A veces, eso es evidente en sus relaciones25 o en la forma en