Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. (1 Pedro 5:10–11) No hay que ser muy observador para darse cuenta de que vivimos en un mundo inseguro. Por causa de la caída de nuestros primeros padres, nuestro mundo vino a ser un lugar peligroso y adverso. Y no me refiero únicamente a todas aquellas
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