“Regocíjense en el Señor siempre” (énfasis añadido). La clave del gozo cristiano es su fuente, que es el Señor. Si Cristo está en mí y yo en él, esa relación no es una experiencia esporádica. El cristiano está siempre en el Señor y el Señor está siempre en el cristiano, y eso siempre será motivo de gozo. Aunque el cristiano no pueda regocijarse en sus circunstancias, si se encuentra en medio del dolor, angustia o tristeza, aun así puede regocijarse en Cristo. Nos regocijamos en el Señor, y puesto