“Tenemos suficiente gracia para obedecer a Dios, y si no le obedecemos, nuestra salvación eterna está en peligro”. Escucha lo que dijo: “La gracia es, fundamentalmente, un poder que hace posible que se cumpla la ley, lo que constituye el camino de vuelta a Dios”. La ley dice que no tires las rocas porque “Dios exige obediencia a la ley, y eso es parte del viaje moral y espiritual hacia la perfección”. Y sigue: “Un discípulo tiene que valerse de la gracia que fluye del acto redentor de Cristo”. Ese