Jonás consideraba a Nínive su enemiga, de modo que cuando los ninivitas se arrepintieron y Dios se retrajo de castigarlos, se enfureció. Jonás es un contraejemplo de lo que significa amar a nuestros enemigos. No quería que sus enemigos recibieran la misma misericordia ni la gracia que él había llegado a esperar de Dios. Muchos de nosotros podemos identificarnos con este profeta. Pareciera ir contra nuestros instintos el amar a personas que nos han herido o causado perjuicio. No obstante el amor de