Jonás reconoce su culpa por primera vez. No se arrepiente ni pide que Dios detenga la tempestad. En cambio, les dice a los marineros que lo arrojen al mar. ¿Sacrifica su vida por la vida de los marineros o aún sigue empecinado en rebelarse ante el llamado de Dios de ir a Nínive? Los marineros, a diferencia de Jonás, reaccionan honorablemente. En vez de arrojar a Jonás por la borda, luchan en medio de la tormenta. Nota su oración en Jonás 1:14. ¿Qué temían? De todos los que estaban a bordo, ¿quién