Nuestra manera de interpretar todo lo que nos sucede, incluyendo nuestra manera de interpretar un texto bíblico, depende en gran parte de nuestra historia personal, es decir, de nuestra cosmovisión. La manera de contestar las preguntas fundamentales mencionadas anteriormente revela lo que la persona cree acerca de lo que Geisler denomina “la realidad definitiva” (Geisler 1997, 44). Para el cristiano, el judío y el musulmán, la realidad definitiva es Dios: único, infinito, trascendental, e involucrado