podrás imaginarte, su regreso a la ciudad de su niñez fue todo un evento. Sus viejos amigos se reunieron, los maestros de la escuela sabatina estaban encantados de ver la fama de su propio alumno. Desde luego, le pidieron que predicara ese día sabbat en la sinagoga. Fue ahí en donde comenzó el problema. Como texto, él escoge un pasaje de Isaías 61:1–2. No es de sorprenderse de que este pasaje tenga fuertes insinuaciones mesiánicas. A este contingente galileo le hubiera gustado eso. Hasta ahí todo
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