segundo lugar, si alguien, de hecho, convirtiera piedras en pan, nosotros probablemente no nos molestaríamos con el pecado, sino que nos maravillaríamos del milagro. ¿Cómo es, entonces, que para Jesús esto sería un fracaso mientras que para nosotros sería fantástico? La respuesta está al final del ministerio de Jesús, no al principio. Todo en los evangelios conduce al Gólgota. Si se lee a la sombra de la cruz, estas tres tentaciones se aclaran totalmente. Satanás no está tentando a Jesús a degradarse
Page 21