Una de las maneras de manifestar y mantener la crucifixión de la carne es nunca usar el dinero para satisfacerla. Y el modo de conquistar cualquier tentación de hacerlo es tener el corazón lleno con grandes pensamientos del poder espiritual del dinero. ¡Ojalá aprendiéramos a mantener la carne crucificada, negándonos a gastar un solo centavo en su satisfacción! Por mucho que el dinero gastado en uno mismo pueda nutrir y fortalecer nuestra propia comodidad, el dinero sacrificado a Dios puede ayudar