El dinero es el gran medio que tiene el mundo para satisfacer sus deseos. Cristo ha dicho de su pueblo: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. Deben mostrar en su disposición del dinero que actúan basándose en un principio no mundano, que el espíritu del cielo les enseña cómo usarlo. Y ¿qué sugiere ese espíritu? Úsalo con fines espirituales, para aquello que durará para la eternidad, para lo que es agradable a Dios. “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones