“Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. La aplicación es clara: comportarse mal en tales circunstancias generará conflictos y asolará a la Iglesia. También impedirá el progreso del Evangelio. Nos guste o no, la reputación de Dios y del Evangelio está ligada al comportamiento de su pueblo. Cuando en 2012 me convertí en director de Ridley College, me di cuenta rápidamente de que Melbourne era un lugar en el que saber cómo lidiar con las discusiones era un requisito esencial