A quien envía, él llama; y a quien llama, califica. Los apóstoles recibieron la orden, por lo tanto, de esperar en Jerusalén hasta que fueran investidos con poder de lo alto. En línea con ello, en el día de Pentecostés fueron completamente bautizados con el Espíritu Santo y con fuego. Los efectos de dicho bautismo se evidenciaron en que fueron iluminados para entender las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento. Fueron capacitados para recordar distintivamente y comprender el sentido de todos