idioma, pues hay muchas personas que pueden leerlo, hablarlo y hasta escribirlo correctamente sin tener una integración gramatical del mismo. Debido a esto, los profesores y los estudiantes concluyen que el método inductivo no funciona. Personalmente estoy en contra de este concepto, porque tengo evidencias que apoyan mi posición. Este trabajo, que comenzó como ‘Apuntes sobre el hebreo bíblico’ en 1950, más tarde llegó a ser el Manual de Hebreo Bíblico que ya ha pasado por dos o tres revisiones y
Page 10