Simplemente era un pastor fiel cuyo legado evangélico ha vivido mucho más allá de su vida terrenal. Nunca se hizo famoso, pero sí hizo famoso a Jesús. Con tantos muchachos que aspiran a ser el próximo gran orador de conferencias, me temo que pocos se convertirán en Steve Lewis. No son muchos los pastores jóvenes que reconozcan que el ministerio pastoral no es llamativo; se caracteriza por el servicio fiel. No es cuestión de construir una marca; se trata de dirigir a las personas a Jesús. No tiene