En Lucas 8:15 se nos dice primero que la Palabra debe ser recibida con “corazón bueno y recto”. En segundo lugar, que la “retienen”. Y en tercer lugar, que “dan fruto con perseverancia”. Tales son las condiciones del dar fruto: una mente sin prejuicios y un corazón abierto; la comprensión de la Palabra recibida y la perseverancia, aferrándonos a ella firmemente. Para terminar permítame llamar su atención a una o dos lecciones prácticas inculcadas por esta parábola. En primer lugar, la preciosura