ahora está contenida principal o exclusivamente en la Biblia. Dios ha dado una revelación especial a individuos concretos a los que ha escogido hablarles y enseñarles. Algunas de estas personas las conocemos por su nombre, pero a otras no. Del mismo modo, algunas de ellas pusieron la revelación por escrito, pero muchas no lo hicieron y sabemos de ellas tan sólo a través del testimonio de otros. En esos casos, dependemos de los resultados de la tradición oral. Hay un cierto debate acerca de cómo Dios