Jesucristo (ca. 5/4 a.C.—30/33 d.C.). Según el Nuevo Testamento, Jesucristo es la Palabra de Dios encarnada, el Creador y Salvador del mundo, el fundador del cristianismo, y el ejemplo sin pecado de los principios y las prácticas del cristianismo. “Jesús”—su nombre personal—es el equivalente griego del hebreo Yeshúa (o Yoshua). Mat 1:21 afirma que el nombre fue designado divinamente “porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Como el nombre era común en su tiempo, se lo nombraba de manera más específica como “Jesús de Nazaret” (Juan 1:26; Schaeder, “Nazarēnos, Nazōraios”, 874–79). “Cristo”, el ungido, es un título que reconocía que era el Mesías de Israel esperado. En los Evangelios, Jesús es generalmente identificado como “el Cristo”. Después del sermón de Pedro en Pentecostés en Hech 2:38, generalmente se hacía referencia a él como “Jesucristo”. El nombre compuesto une la figura histórica con el papel mesiánico que la expectativa profética y el cristianismo primitivo sabían que poseía.