Hebreo, fenicio, púnico, moabítico, edomita y amonita más que lenguas distintas son variantes regionales de una misma lengua. El alfabeto: el alfabeto común para el hebreo, el moabítico, el amonita, el edomita e incluso, hasta cierto punto, el griego, es el alfabeto fenicio, cuyos primeros rastros se remontan al final del segundo milenio. Esa escritura alfabética que, con las adaptaciones requeridas, inmediatamente pasó a ser empleada también para escribir las lenguas indoeuropeas, nació en el ámbito