Dios se preocupa no solo de lo que ocurre dentro de las cuatro paredes de una iglesia, sino también de lo que ocurre en cada rincón de la sociedad y la cultura. Quiere que nos tomemos en serio nuestras interacciones en las artes (música, literatura, cine, arquitectura, decoración de interiores, artes culinarias), las ciencias naturales (biología, física, química), las ciencias sociales (psicología, sociología), frente a un público (periodismo, política, economía, derecho), la academia (escuelas,