“Biblina”, no como un adjetivo, sino como un nombre propio. A sus estudiantes les dijo: “Saturad vuestros sermones de Biblina, la esencia de la verdad bíblica”.7 Igual que la gasolina alimenta un motor de combustión interno, Spurgeon describió la “Biblina” como el combustible necesario para la vida piadosa. “Un hombre alimentado a base de Biblina es un hombre de verdad”, dijo. “En la historia de los héroes que han sido no hay ninguno que haya mostrado tanto músculo moral y nervio espiritual como aquellos