a creer; habían recibido el don del Espíritu Santo, entendiéndose que era la obra de bautismo del Espíritu. En otra parte, el apóstol Pablo especificó claramente que esta obra de bautismo es lo que une a los creyentes al cuerpo de Cristo, haciéndolos miembros de Cristo mismo (1 Co. 12:12–13). Antes de que Pedro viniera, Cornelio aún no era salvo, más cuando recibió el don del Espíritu, esa fue una declaración obvia de que había sido aceptado por Dios y perdonado. Él fue totalmente salvo y sus pecados
Page 39