vez al día por la mañana ó por la noche. Por la mañana forma tus propósitos, y por la noche examina cuál fué durante el día tu conducta en palabras, obras y pensamientos; porque tal vez ofendistes con ellos muchas veces á Dios y á tu prójimo. Prepárate como varón fuerte contra las maldades del demonio. Refrena la gula, y refrenarás más fácilmente toda inclinación de la carne. Nunca estés enteramente ocioso; mas lee, escribe, reza, medita ó haz algo de provecho para la comunidad. Sin embargo en los
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