Cuando hablamos de la divinidad de Dios afirmamos que Él es el «Rey de reyes y Señor de señores». Afirmamos que Dios es algo más que un ser desilusionado, insatisfecho y derrotado que está lleno de deseos benévolos, pero que le falta el poder para llevarlos a cabo. Cuando hablamos de la divinidad de Dios afirmamos que es ‘el Altísimo’. Afirmamos que Dios es algo más que alguien que ha dotado al hombre con el poder de elegir y, porque ha hecho esto es, por lo tanto, incapaz de obligar al hombre a