El amor … con que Dios ama es incomprensible e inmutable. Porque no fue desde el momento en que fuimos reconciliados con él por la sangre de su Hijo que él comenzó a amarnos, sino que lo hizo desde antes de la fundación del mundo, para que nosotros también podamos ser sus hijos junto con su Unigénito, desde antes de nuestra propia existencia. AGUSTÍN DE HIPONA