Al colocar juntos los términos Espíritu y carne (el original dice: “… comenzado por el Espíritu, por la carne …”) se está dando un fuerte énfasis a la oposición que existe entre ellos. La presencia activa del Espíritu señala a la presencia interna de Cristo; por tanto, el nuevo nacimiento, la implantación de la semilla de la fe verdadera, el conocimiento del perdón y la adopción, y los otros dones, tales como iluminación, libertad, gozo, seguridad de salvación, poder en contra de Satanás, respuesta
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