a las necesidades espirituales como a las físicas de los creyentes. Pero ha llegado el momento de pedir ayuda. Llaman entonces a toda la comunidad cristiana para hacer una importante decisión. Es muy probable que no todos hayan estado presentes, porque de ser así, el procedimiento se habría complicado demasiado. Los Doce están a cargo de la reunión y presentan a los creyentes el punto que les preocupa: “No es justo que nosotros dejemos de enseñar la palabra de Dios para servir a las mesas”.
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