Dios está buscando darnos lo que es mejor - no prestigio, riqueza o aún salud en esta vida, sino una visión completa de y comunión con él mismo. Pero ahora estamos al borde de lo que para mi fue un gran descubrimiento y, creo también, la solución a nuestro problema. Para ser supremamente amoroso, Dios debe primero darnos lo que será mejor para nosotros y nos deleitará más; él nos debe dar a sí mismo. Pero, ¿qué hacemos cuando se nos da o se nos muestra algo excelente, algo que disfrutamos? Lo alabamos.