La dialéctica comunista requiere que se la llame cosas distintas. Se la puede llamar “guerra caliente”, “guerra fría”, “distensión” o “cooperación”; pero se la llame como se la llame, es simplemente otra forma de guerra. Es la dialéctica en funcionamiento: dos pasos adelante, un paso atrás; dos pasos más adelante y un paso atrás. Y cada vez que dan un paso atrás, el mundo occidental suelta un gran suspiro de alivio y dice: “¡Ah!, han cambiado. ¿No es maravilloso? Los comunistas se están suavizando.