El libro del Apocalipsis no es una narración histórica, sino una mezcla de carta (capítulos 1–3), profecía y sobre todo, literatura apocalíptica. Es un error intentar que la Biblia diga más de lo que fue la intención primera del autor; o bien, que diga menos. La arrogancia y el dogmatismo del intérprete son aun más inapropiados al leer un libro como el Apocalipsis. La Iglesia nunca ha estado de acuerdo con una única interpretación del texto apocalíptico. Mi preocupación es escuchar y relacionarme